Queso Tetilla D.O.P. “Ruta Xacobea”. Caja 4 piezas

La historia de la tetilla es un fascinante relato que conecta la tradición lechera de Galicia con su rica cultura gastronómica. Este queso, que se ha convertido en un ícono de la región, tiene sus orígenes en tiempos antiguos, cuando la producción de leche y derivados formaba parte esencial de la vida rural gallega.

El nombre “tetilla” proviene de su característica forma cónica, que recuerda a la de un pezón. Esta peculiaridad no solo le confiere un aspecto distintivo, sino que también facilita su curación uniforme. Aunque su origen exacto es difícil de precisar, se sabe que la elaboración de la tetilla se remonta a generaciones atrás, cuando los pastores gallegos comenzaron a utilizar la leche de vaca de la región para crear quesos artesanales. La leche de vacas de razas autóctonas, como la cabra gallega y la vaca rubia gallega, fue fundamental para conseguir la calidad y el sabor únicos del queso.

La tetilla, tradicionalmente hecha de leche cruda o pasteurizada, se caracteriza por su textura suave, cremosa y su sabor delicado con notas de mantequilla y un toque ligeramente ácido. Este queso es ideal tanto para comer solo como para ser incorporado en recetas de cocina gallega y otras preparaciones culinarias.

En la actualidad, la tetilla cuenta con la Denominación de Origen Protegida (DOP).

Lo que certifica que solo los quesos elaborados en ciertas zonas de Galicia y siguiendo métodos tradicionales pueden llevar su nombre. Esta certificación garantiza que el queso es auténtico y hecho de acuerdo con estándares de calidad y producción específicos.

Uno de los momentos más icónicos en la historia de la tetilla es su relación con el Camino de Santiago. Durante siglos, peregrinos que recorrían el camino han disfrutado de la gastronomía gallega, y el queso tetilla es uno de los productos que ha enriquecido la experiencia culinaria de los viajeros. Esta tradición ha mantenido viva la popularidad del queso, ayudando a preservar y difundir su historia y su valor cultural.

En resumen, la tetilla es mucho más que un queso; es un símbolo de la tradición y la identidad gallega. Su elaboración, cuidada por generaciones de queseros artesanos, y su presencia en la mesa de gallegos y visitantes, reflejan la pasión por la buena comida y la herencia cultural de la región.